Menorca es la isla de las Baleares que tiene más cantidad de sistemas dunares. A pesar de haber sufrido una “especialización turística” enfocada de lleno a sus medios litorales arenosos, solamente han desaparecido algunos de sus sistemas dunares, los de Son Xoriguer y cala en Bosc, en Ciutadella, y los de Punta Prima, en Sant Lluis. En Menorca hay 28 sistemas dunares, todos en estado de conservación diferente, pero que, a pesar de presentar fenómenos erosivos incipientes o consolidados, los podemos identificar como campos dunares formando sistemas tipo playa-duna.
Los sistemas de playa-duna están formados por dos unidades, la playa sumergida, donde se encuentran las praderas de Posidonia oceanica y las barras sumergidas que dan forma a la playa no vista, y el sistema emergido, donde se encuentra la playa y el sistema dunar asociado a ésta. En estos sistemas dunares se diferencian tres grandes sectores, las dunas delanteras y más móviles, las dunas semi estabilizadas y las dunas estabilizadas, colonizado cada uno de los sectores por su vegetación característica. Las partes más sensibles de este complejo sistema son las morfologías delanteras, ya que cualquier incidencia de tipo erosivo sobre esta estrecha y dinámica franja de dunas puede afectar de forma drástica el conjunto del sistema sumergido, dando lugar a procesos erosivos en el interior de las dunas y en la propia playa. El sistema sumergido está sometido a diferentes factores de degradación, como la erosión sobre las praderas de Posidonia oceanica, la construcción de diques y espigones o el vertido de aguas contaminadas y turbias.