Saldremos de Macaret en dirección a las playas de Cala Caldes y Es Sivinar. Este primer recorrido destaca por los numerosos escollos que se van sucediendo. Siguiendo dirección sur nos deleitaremos observando la gran diversidad de esta parte del litoral, en la que encontraremos infinidad de contrastes geológicos y de colores, desde los grises en rocas y acantilados de pizarra hasta los rojizos arenosos de las dunas fósiles, imagen característica que producen los temporales de Tramontana (viento fuerte del norte). Pasamos por la zona de Favàritx, espacio que cuenta con un encantador y vistoso faro. En los alrededores veremos varias playas vírgenes que se caracterizan por tener un tono más grisáceo, consecuencia del tipo de roca que las rodea. En una de estas calas podemos hacer una parada para descansar. Seguiremos paleando por esta zona, comprendida en el parque natural de la Albufera des Grau, auténtico corazón de la Reserva de la Biosfera de Menorca.
A partir de aquí el paisaje empieza a variar en comparación al visto hasta el momento. La vegetación empieza a asomar a lo largo de la costa. Cabe destacar que esta es una zona muy rica en posidonia. La posidonia es una planta marina que vive exclusivamente en el mar Mediterráneo. Forma auténticas praderas submarinas que sirven de hábitat a otros seres vivos, a los que proporciona protección y un lugar para desovar, reproducirse y alimentarse. También otras plantas pueden fijarse y crecer en este ambiente. Tras cruzar por calas y entradas como Sa Torreta o Cala Tamarells y con la Illa d'en Colom a nuestra izquierda, llegaremos finalmente a la playa d'Es Grau.
Características
Distancia: 16,20
Dificultad: Baja
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