Situada a menos de una hora de las diferentes ciudades españolas y a unas dos horas de las principales ciudades europeas, Menorca constituye un destino turístico de primer nivel a una distancia más que conveniente.
Históricamente, Menorca ha sido, desde la prehistoria hasta tiempos muy recientes, lugar de paso de distintas culturas a causa de su situación estratégica en el centro del Mediterráneo occidental, que ha propiciado que desde los albores de los tiempos diferentes pueblos hayan codiciado la isla como puerto de escala y refugio. Unos y otros dejaron un rico legado histórico en la isla, que hace del más oriental de los territorios de la Baleares una tierra con un relevante patrimonio. Es por ello que historiadores y arqueólogos han considerado que Menorca constituye un auténtico museo al aire libre. Tanto su prehistoria como la historia son tan intensas que parecen impropias de un territorio de tan reducidas dimensiones.