Se trata, quizá, del turismo menos conocido en Menorca, pero lo cierto es que en los últimos años, la isla se ha volcado en este aspecto, convirtiéndose en un destino ideal para la celebración de reuniones, ferias, congresos y convenciones. Por un lado, el clima templado y las dimensiones de la isla son ideales para combinar trabajo y ocio, pues sin pasar calor excesivo, tenemos ante nosotros una isla que puede acoger toda clase de eventos en una temporada amplia, que abarca toda la primavera y todo el otoño sin temer que el mal tiempo arruine la cita. Además, las dimensiones de la isla ponen al alcance del cliente toda la oferta de ocio sin perder tiempo en los desplazamientos. Por el otro lado, la isla cuenta con una moderna planta hotelera, con inmejorables prestaciones para el trabajo, así como un amplio abanico de recintos feriales, auditorios y salas polivalentes. Las conexiones aéreas con las principales capitales europeas convierten la isla en el destino perfecto para el turismo de convenciones.